La Medicina Tradicional China (TCM) describe una medicina holística que tiene como objetivo restaurar el equilibrio interior, e incluye los siguientes aspectos: acupuntura, movimiento, nutrición y técnicas de respiración.
Una frase clave en la medicina china es: “Solo el cambio es constante y todo debe fluir.”

Es fundamental que el Yin y el Yang estén en un equilibrio armónico.
El “Qi” se conoce como la “energía vital”, y fluye a través de nuestro sistema muscular a lo largo de diversas vías de energía, llamadas meridianos. Estos meridianos están organizados en pares de Yin y Yang, formando una red compleja en nuestro cuerpo donde las energías se intercambian y fluyen.

Cada meridiano se asigna a un elemento específico.
La enseñanza de la TCM se basa en los cinco elementos, que se apoyan y regulan mutuamente. Lo importante es que todos estén en un contexto armonioso global.