En la terapia con láser de baja intensidad (LowLevel-Laser-Therapy), se trata el ambiente sanguíneo, lo que lleva a una optimización del suministro de oxígeno (O2) y un transporte perfecto de nutrientes a las células. Además, la terapia con láser puede acelerar los procesos antiinflamatorios y proporcionar un apoyo en la regulación del cuerpo.

Como resultado, se obtiene un mayor aprovechamiento de la energía y un aumento en el rendimiento, lo que lleva a un efecto natural de anti-aging (envejecimiento retardado).

Asimismo, el láser permite un tratamiento local y preciso de las afecciones crónicas inflamatorias a lo largo de todo el aparato locomotor, acelerando la curación de heridas y combatiendo las inflamaciones.